Valle de Abdalajís se encuentra situado a medio camino entre Alora y Antequera, a la falda de la Sierra del mismo nombre, y que junto con el Paraje Natural del Desfiladero de los Gaitanes y los Embalses del Guadalhorce y el Chorro confieren a la zona una especial riqueza medioambiental y paisajística de gran valor.
Desde la Prehistoria, el Valle de Abdalajís ha servido como paso obligado o nexo de unión entre la zona del Guadalhorce y la Vega de Antequera lo que le ha proporcionado una riqueza arqueológica extraordinaria, así lo evidencian los múltiples yacimientos y restos arqueológicos encontrados en su término municipal.
Después de los pueblos indígenas primitivos, dejaron su huellas, íberos, celtas, helenos, púnicos y romanos; alcanzando su mayor apogeo durante la permanencia del dominio romano, localizándose la antigua ciudad romana de Nescania sobre los cimientos del actual pueblo. Aproximadamente en el año 70 d. C., en tiempos de Vespiano, se le concede a Nescania el título de » Municipium Flavium «.
Tras la destrucción del pueblo romano por parte de los pueblos bárbaros, vándalos y visigodos a mediados del siglo IV, toda la región quedó despoblada durante varios siglos hasta la llegada de los árabes. A la dominación del pueblo árabe, el municipio de Valle de Abdalajís debe su actual nombre, que parece provenir de Abd-el-Aziz, hijo de Muza, lo que situaría su origen árabe en los primeros años de la presencia de este pueblo en la península, no existiendo datos sobre el municipio en esta época.
Más información en: http://www.valledeabdalajis.es/.