Destino Guadalhorce

El municipio de Alhaurín el Grande goza de una localización privilegiada. Situado en la vertiente Norte de la Sierra de Mijas, volcado al valle del río Guadalhorce y con salida directa a la Costa del Sol. Una confluencia perfecta de comunicaciones, culturas y posibilidades.

Almogía, “La Bonita”, como la llamaron los árabes, está ubicada en un punto estratégico al oeste de los Montes de Málaga, lo que ha resultado relevante desde la antigüedad como lo revelan los restos de calzadas romanas halladas en su entorno. Pueblo de calles estrechas y sus casas colgadas en las colinas y geografía muy accidentada poblada de olivos, almendros y pinos, se convirtió en la Edad Media en un importante punto estratégico militar.

Enclavada al pie de la Sierra del Hacho, en el vértice norte de la Hoya de Málaga, en la parte más septentrional del Valle del Guadalhorce. Localizada entre zonas montañosas, sus calles son estrechas, pendientes y bastante sinuosas.

Las civilizaciones mediterráneas dejaron huella de su paso por estas tierras. Fue ciudad íbera, romana, después visigoda y árabe, siendo reconquistada por los Reyes Católicos en 1484. Su nombre ‘Iluro’ enlaza con los Tartesos y Turdetanos. Los fenicios pusieron los cimientos de su castillo.

Situada en el curso bajo del Valle del Guadalhorce, al pie de dos pequeñas sierras (Espartales y Llana) y formando parte de la Hoya de Málaga, a tan sólo 15 minutos de la capital. Esto ha hecho que Cártama haya sido y sea paso obligado de todos los caminos desde la costa al interior, dándole una inmejorable posición desde el punto de vista comercial, histórico, arqueológico y turístico.

Desde su atalaya principal, el Cerro de la Virgen, pueden divisarse todos los núcleos que forman el Municipio, Cártama Pueblo, Estación de Cártama, El Sexmo, Doña Ana, La Aljaima, y la Sierra de Gibralgalia.

Coín es la ciudad cabecera de la comarca del Valle del Guadalhorce, a caballo entre el Mediterráneo y el interior de Andalucía y próximo a Málaga capital y a la Costa del Sol.

Es muy difícil establecer la fecha exacta de su origen. Sin embargo, la estratégica ubicación de la zona, en la que confluyen buen clima y orografía amable, así como abundantes manantiales de agua permitieron el asentamiento de pobladores desde épocas muy remotas. Los historiadores coinciden en que la fundación se produjo en la época musulmana, concretamente durante la rebelión muladí de Omar ben Hafsúm contra el Emirato de Córdoba (920-921), cuando un personaje de Córdoba reconstruyó un castillo que toma su nombre, Dakwan (Coín).

Pizarra se encuentra situada a unos veinte minutos de la capital, al margen del río Guadalhorce y al pie de la Sierra de Gibralmora, junto a los municipios de Álora, Cártama, Casarabonela y Coín. El origen del pueblo actual debemos buscarlo en las tierras cedidas por los Reyes Católicos a Don Diego Romero en agradecimiento a su contribución en la conquista de Álora. No será hasta el 19 de Enero de 1818 cuando Pizarra obtenga la gracia de Villazgo por Real cédula de Fernando VII y en 1847 cuando se le conceda su término municipal.

Situado a medio camino entre Álora y Antequera, a la falda de la Sierra del mismo nombre, y que junto con el Paraje Natural del Desfiladero de los Gaitanes y los Embalses del Guadalhorce y el Chorro confieren a la zona una especial riqueza medioambiental y paisajística de gran valor.

Desde la Prehistoria, el Valle de Abdalajís ha servido como paso obligado o nexo de unión entre la zona del Guadalhorce y la Vega de Antequera lo que le ha proporcionado una riqueza arqueológica extraordinaria, así lo evidencian los múltiples yacimientos y restos arqueológicos encontrados en su término municipal.